Vitamina D y Sol son dos elementos directamente relacionados a la hora de mantener un estado óptimo de salud. La vida sedentaria y encerrada que llevamos suele alejarnos de los momentos de esparcimiento al aire libre y de la exposición solar, lo cual, unido a una alimentación bastante pobre en Vitamina D, afecta directamente a los niveles de vitamina D del organismo, trayendo algunas complicaciones que debemos concientizar y prevenir.
Pero empecemos por el principio para poder entender la importante relación entre Vitamina D y Sol. La Vitamina D es un elemento básico para el adecuado funcionamiento del organismo, y está presente en todas las células del cuerpo. Esta vitamina es necesaria para la absorción y mantenimiento de los niveles de calcio en los huesos, además de favorecer la movilidad de los músculos, mejorar el estado de ánimo y combatir los virus y bacterias. También juega un importante papel en la generación y desarrollo del embarazo en las mujeres.
La luz del sol es una importantísima fuente de Vitamina D, y su acción en la piel estimula la producción de vitamina D en el organismo. La luz del sol produce vitamina D en la piel, y esta se aloja en el tejido adiposo y en los músculos, pasando desde allí al resto del organismo. Pero para que las radiaciones ultravioletas de la luz del sol produzcan vitamina D es necesaria la exposición solar. Los expertos dicen que exponernos al sol 10 minutos entre 3 o 4 veces a la semana nos puede garantizar unos niveles adecuados de vitamina D en el organismo.
Otra fuente de vitamina D muy importante la podemos encontrar de forma natural en los alimentos como el pescado azul, el aceite de hígado de pescado, la margarina, la yema de huevo, la leche y los productos lácteos en general. Sin embargo, es necesario complementar esta fuente con la luz solar para tener y mantener unos adecuados niveles de Vitamina D en el organismo.
Debemos tener muy en cuenta otro factor muy importante cuando hablamos de Vitamina D y Sol: las precauciones en la exposición solar. Las recomendaciones más comunes para proteger la piel de los efectos del sol son usar la protección solar adecuada a cada tipo de piel y aplicarla al menos 30 minutos antes de exponerse al sol, renovándola cada dos horas incluso si es a prueba de agua; realizar una exposición solar progresiva, poco tiempo los primeros días e ir aumentando gradualmente, evitando las horas centrales del día; secarse bien al salir del agua, ya que las gotas de agua funcionan como lupas del sol; mantenernos hidratados, bebiendo abundante agua, y proteger nuestra cabeza y ojos con sombreros, gorras, sombrillas, gafas solares, etc.; y finalmente, en los días de calor extremo evitar hacer deporte o un esfuerzo físico demasiado elevado.
Desde Valtrum te invitamos a disfrutar de los beneficios que aportan Vitamina D y Sol. La buena salud puede sustentarse en cosas tan sencillas como exponernos al sol y comer sano. Pero como todo en la vida, debemos hacerlo con consciencia y enfocándonos en alcanzar y mantener los mejores niveles de salud que podamos permitirnos!.